A veces me parezco a Mary Poppins sacando cualquier recurso de mi mochila o bolso. Una de las muchas cosas que he aprendido en este cambio de hábitos es que o la nutrición se adapta a mi estilo de vida y al de mis clientes o no hay nutrición posible.
En ocasiones salgo de casa sin saber si estaré para desayunar o para merendar y claro que me puedo comprar algo por allí pero prefiero salir de casa preparada porqué entonces tendré todo aquello que quiero y necesito y no habrá ninguna tentación de nada!
Una vez más, si me organizo, si me planifico, me siento mejor con mi nutrición porqué si me salto el desayuno o la merienda… tengo un problema y mal humor!
Así que he aprendido la lección y sobretodo a conocerme.
Y tú, ¿qué lección has aprendido?