Me encanta cuando las personas que empiezan con un cambio de hábitos, con una reeducación, se sorprenden a si mismas de lo fácil que les resulta hacer esos pequeños cambios de hábitos. Hábitos que llevan con ellas muchos años, tantos que ya no recuerdan cuándo empezaron con ellos.
La parte más bonita para mi empieza cuando esas personas empiezan a sentirse mejor consigo mismas y su cuerpo responde y le pide más y más. Empiezan a escuchar su cuerpo y se dan cuenta que ya tienen integrados esos nuevos hábitos.
Cuando cuidas tu cuerpo, cuando le das cosas buenas porqué así lo sientes, porqué así lo necesitas pasas a un estado de equilibrio bestial.
¿Qué hábito te gustaría incorporar?