En una de las sesiones de coaching que he realizado durante esta semana hubo un punto de inflexión en la sesión.
Si algo tiene el coaching y las sesiones que realizo es que fluyo, provoco y te cuestiono a veces cosas que ni tu mism@ te has preguntado antes. Es un momento mágico en el que ahí está el todo, tú TODO…
Muchas veces os escribo y os cuento durante las sesiones (l@s que ya me conocéis), sobre la importancia de la responsabilidad que tenemos cada un@ de nosotros en lo que hacemos, que no hay culpables y víctimas sino responsables.
¿Y qué pasa cuando te pregunto si te has perdonado por lo que sucedió, por escoger lo que escogiste, por decidir en su momento lo que decidiste? Sin culpar a nadie más y hacerte responsable a ti también de lo sucedido… ZAAASCA!
Lo sé, duele…☺️?