Hace 6 semanas que he empezado ha cambiar hábitos en mi alimentación. Me siento genial porqué veo que hay resultados y me acerco a mi objetivo saludablemente. A parte, estoy aprendiendo muchas cosas de alimentación como qué alimentos son más saludables, un montón de recetas de cocina fáciles y rápidas y experimentando en mis propias carnes qué alimentos son los que me sientan mejor.

Estas 6 semanas están siendo de reeducación y me doy cuenta, por fin, de todo lo que hacia mal. Ahora tomo consciencia de ello, he aprendido a reconocer todo lo que hacia equivocadamente y que además se prolongaba en el tiempo.

Aunque me está siendo fácil llevar una vida más saludable, esta reeducación es, como dice una clienta que también está cambiando sus hábitos, una carrera de fondo. Del mismo modo que pasa con el coaching emocional, en el coaching nutricional estoy aprendiendo de mi misma y con las herramientas que estoy adquiriendo estoy llegando a mi objetivo.

En ocasiones y por costumbre, sale la vieja manera de actuar, me es fácil lidiar con ella porque solo tengo que escuchar mi cuerpo para saber si hay algún tipo de necesidad o no en lo que quiere hacer. Tengo clarísimo que si sigo unas pautas determinadas no hay ningún descontrol y hace que no aparezcan los malos hábitos.

¡Solo yo soy mi propio obstáculo en esta carrera de fondo!??