Muchas veces comento la necesidad de estar conectados con el sentir de nuestro cuerpo, de escucharlo, entenderlo y darle lo que necesita… sin olvidar seguir conectados a nuestra cabeza, a nuestra parte racional… en el coaching buscamos el equilibrio entre ambos; razón y corazón… el alineamiento vertical entre pensar – sentir y decir – hacer… la congruencia.
Si no realizamos este alineamiento correctamente, no nos encontraremos satisfechos en algún aspecto o en muchos… si un pensamiento me genera una emoción que no me resulta agradable, materializar este pensamiento con el habla o realizando alguna acción puede que no resulte como esperaba, ¿por qué? Porqué no estaba alineado el pensar con en sentir.
Si hacemos o decimos cosas en las que la emoción que sentimos no nos convence, difícilmente podremos llegar a buen puerto… Así que, ¡toca pensar en otra cosa!
Es como decir que no me gusta el chocolate y que por eso lo tengo escondido… no tiene sentido!?☺️